Desde que comenzó julio, la franquicia argentina del Super Rugby tuvo que dejar ir a cuatro piezas clave, incluido su entrenador
La pandemia de coronavirus afectó a todos los niveles y a todas las disciplinas del deporte argentino. Algunas en mayor medida que otras, todas acusaron el golpe. El rugby de alto rendimiento fue uno de los más perjudicados: la crisis sanitaria que congeló toda actividad deportiva durante meses y puso en peligro la estabilidad económica de clubes y organizaciones se transformó en una inmensa amenaza para la supervivencia de Jaguares, la franquicia argentina del Super Rugby que en medio de la incertidumbre por su futuro, se sigue desarmando.
-Fuente: Clarín-