Hay mil maneras de hacer historia. La de Defensa y Justicia, que acaba de acceder a su primera final internacional luego de vencer a Coquimbo por 4-2 en la vuelta de la semifinal de la Copa Sudamericana, tiene rasgos definidos: encontrar talento allí donde otros equipos ven descartes, y darles rodaje a futbolistas jóvenes que no tienen minutos en sus clubes de origen.
Esa amalgama funcionó muy bien con Sebastián Beccacece en el banco de suplentes y la historia continúa con Hernán Crespo. La semana que viene, contra Lanús y en el Mario Alberto Kempes, de Córdoba, el Halcón tendrá la chance de volar más alto que nunca.
Fuente: La Nación