Sin el calor de Staple Center, pero con el sabor de haber cumplido con la misión. Sobrevuela el perfume de Kobe Bryant, brilla la sonrisa de Magic Johnson, se eleva el Sky Hook de Kareem, explota un tablero con la potencia de Shaq, se rinden todos a los pies de LeBron James.
Los Angeles Lakers están nuevamente en la cima de la montaña, se tiñe el cielo de violeta y amarillo. El título 17, la conquista que pone a la franquicia de California como la más ganadora de la historia junto con Boston Celtics. Una escenografía extraña con la burbuja de la NBA en Disney, con un 4-2 en la final sobre Miami Heat. Larry O’Brien refulgente en las manos del 23, del MVP, del señor historia, de The King, un cuadro perfecto.
-Fuente: La Nación-