El domingo se definirá una nueva edición de la Eurocopa. El torneo continental tendrá un nuevo dueño en el choque que protagonizarán Italia e Inglaterra en el mítico estadio de Wembley.
La Azzurra jugará por cuarta vez el choque decisivo y buscará repetir lo que consiguió en 1968, cuando se impuso ante Yugoslavia en Roma (las otras dos finales las perdió ante Francia en el 2000 y España en 2012), mientras que el combinado británico protagonizará por primera vez en su historia el partido decisivo.
El elenco liderado por Roberto Mancini gestó un camino sólido en el certamen continental, dado que el puntaje ideal en la fase de grupos (derrotó a Gales, Suiza y Turquía) fue confirmado en sus próximos compromisos del mata mata cuando eliminó a Austria (2-1), Bélgica (2-1) y España (por penales luego de empatar 1-1).
En tanto, los conducidos por Gareth Southgate tuvieron un trayecto cargado de emociones al clasificar a los octavos de final gracias a los triunfos contra Croacia y República Checa (ambos 1-0) y el empate sin goles contra Escocia. Su solidez defensiva fue uno de sus principales recursos, dado que mantuvo su valla invicta durante toda la etapa siguiente hasta que Dinamarca logró convertirle en semifinales (antes había eliminado a Alemania por 2 a 0 y a Ucrania por 4 a 0).
Fuente: Infobae