River estuvo contra las cuerdas en la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores: cayó 2-1 ante Palmeiras en el Monumental, aunque el gol de Lucas Martínez Quarta en el final mantiene viva la ilusión de llegar a semifinales.
El Verdao pegó de entrada con un cabezazo de Gustavo Gómez y amplió con Vitor Roque, aprovechando los errores defensivos del Millonario. Con un primer tiempo dominado por la visita —que tuvo el 70% de la posesión— la diferencia pudo haber sido mayor.
En el complemento, Gallardo ajustó el esquema y el equipo reaccionó. Hubo polémica por un penal que el VAR anuló por offside de Montiel, lo que desató enojo en las tribunas. Martínez Quarta descontó con un potente remate que revivió al Monumental y Borja estuvo muy cerca de empatarlo en la última jugada.
Ahora, River necesita ganar por dos goles en San Pablo para pasar directo a semifinales o por uno para forzar los penales. El final cargado de emoción dejó la serie abierta y renovó la esperanza en Núñez.
